miércoles, 2 de febrero de 2011

La realidad no debe ser más que un telón de fondo...

Barreras, finas lineas que separan dos cosas, dos ciudades o dos personas. Amores que se rompen gracias a ellas. Gracias a la distancia. Distancia medida en espacio, tiempo y sentimientos. Labios que nunca se besarán, abrazos que nunca se darán y palabras que nunca se compartirán por estos obstáculos...
Es un poco así: hay líneas a los lados de tu cabeza, de tu mirada, zonas de detención de tus ojos, tu olfato, tu gusto…Andas con un límite y más allá de ese límite no puedes llegar. Y cuando crees que has aprendido plenamente la lección, que no te va a volver a pasar, te sucede lo mismo que cuando te encuentras un iceberg que tiene un tan sólo pedacito por fuera y lo muestra. Crees que no hay más, pero el resto, enorme, está más allá de tu límite.
Amigos, así es la vida. Y así es como se hundío el Titanic.

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