Te espero. Siempre te espero, sin querer, pero te espero. Tú sigues con tu vida, y yo sigo esperándote. Y vienes, es cierto, a veces vienes. Porque tú puedes venir cuando quieres, yo, en cambio, sólo puedo estar para cuando tú vengas. No sé si te quiero, o si sólo quiero lo que quise, o si quiero no quererte, o si quiero no querer dejar de quererte y ya lo hice hace tiempo. Vuelves y me provocas sentimientos únicos, de los cuales me cuesta desprenderme. Me hacen sufrir, pero de alguna manera también me dan vida, y no sé cómo hay que elegir. Creo que ya no sé quién eres, y me niego a aceptarlo.
Y ya no sé quién soy cuando estoy contigo...
4 comentarios:
normalmente no sabemos lo que pasa cuando esto dista de lo que nuestra mente anhela, nos cueta trabajo aceptar la realidad y buscar otra oportunidad, que tal vez no llegará
Jo... muy bien esccrito, y muy triste. Muchas veces tan real... Es lo malo, quedarse en el pasado, recordar todo aquello y que los sentimientos vuelvan a ti, aunque parezca que a veces desaparecen. Es lógico y normal, seguir sintiendo todo aquello... pero duele tanto al ver que nada es como había sido, que esa persona es tan extraña... Y sin poder hacer nada para dejar de sentirlo. Triste, triste realidad.
Un beso, Miriam :) Te invito a ver las magdalenas en el blog jaja. Un saludo
¡¡al menos vuelve!!, yo estoy pensando que quizá me gustaría que volviera, aunque formara esa revoltura en mi cabeza ... ojalá ... ojalá se dejara ver, sin que tuviera que hurgar en su vida ... !!
Tan cierto lo que escribiste, ¿cuántas veces lo esperé? millones, y aún lo sigo esperando. El esperar parece prácticamente un vicio ya...
Por suerte él vuelve, aprovéchalo no lo dudes, siempre el que más te ama, del que estás más enamorada te hace sufrir.
Un besito y cuidate :)
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